
En EL DIARIO son especialistas en arrancarte una sonrisa con las noticias más luctuosas (véase "El coche de los muertos vivientes" en este mismo blog). Pero en este caso no sé si atribuirle todo el mérito al policía que detuvo al ciudadano británico que decapitó a un vecino de Férez o al periodista que recogió las declaraciones del agente. O más bien habría que agradecérselo al nivel de inglés de ambos. Porque mira que me extraña a mí que un detenido acusado de homicidio pregunte por su perro al darse cuenta de las atrocidades cometidas y de la que se le viene encima. De lo último que te acuerdas el del perro, y mira que tengo mis dudas de que el susodicho tuviera uno, porque ya no se vuelve a citar al animal en las sucesivas crónicas de estos hechos. Más bien exclamaría algo así como "Dios mío, Dios mío" que en inglés viene a ser "My God, my God!" (si habéis visto vídeos de tifones en Texas o el ataque a las Torres Gemelas, no paraban de decirlo).
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